Historia de la Iglesia de El Calvario de Tehuacán Puebla: 1757

Historia de la Iglesia de El Calvario de Tehuacán Puebla: 1757

Historia de la Iglesia de El Calvario de Tehuacán Puebla: 1757: En 1747 los Carmelitas recibieron la licencia para construir la iglesia y convento de El Carmen, sin embargo apenas diez años después otra obra religiosa pondría de manifiesto la bonanza económica por la cual atravesaba Tehuacán.

 

Por ese tiempo surgió un grupo de comerciantes encabezados por Joaquín Del Moral, con la inquietud de edificar la iglesia de El Calvario, un recinto a las afueras de Tehuacán que al estilo del ritual romano tuviera las 12 estaciones del viacrucis entre las que considerarían puntos estratégicos como La Parroquia, San Francisco y El Carmen, concluyendo el recorrido en una ligera elevación que llevaría por nombre El Calvario, repetimos, a usanza de la iglesia católica.

 

Obra de carácter particular:

El proyecto era muy interesante pues permitiría a los tehuacaneros contar con un retiro espiritual sin alejarse demasiado, de hecho en los terrenos señalados existía ya una rústica capilla, se dice que había sido construida por los franciscanos supuestamente para ocultar la tumba de Meztli, última gobernante de Tehuacán.

 

La historia señala que varias familias se comprometieron a dar apoyos económicos para la construcción de El Calvario, no obstante cuando la licencia fue aprobada el 30 de junio de 1757 los benefactores se retractaron y dejaron a Joaquín Del Moral solo en la encomienda, asumiendo éste el total de los gastos teniendo ocasionalmente el apoyo del Obispo de Puebla, Domingo Pantaleón Álvarez de Abreu.

 

La primera piedra fue colocada el 21 de junio de 1759 y el inmueble pasó a ser una obra particular pues una sola familia la financiaba, siendo administrada por un patronato independiente, ajeno con este movimiento a las decisiones de la iglesia secular, funcionando como una institución privada.

 

En 1759 Juan Felipe Cardona fue el primer responsable eventual de las capillas sin embargo El Calvario nunca tuvo un párroco regular ya que no pertenecía enteramente a la iglesia católica, tampoco fue un convento ni albergó a ninguna orden religiosa como erróneamente se piensa.

 

 

La decadencia del inmueble:

El Calvario desde su inauguración destacó por su singular arquitectura, tal elegante y bien diseñada, sin embargo a medida que la familia Del Moral entró en decadencia el inmueble fue perdiendo su brillo hasta que poco después de cumplir su centenario, el 3 de octubre de 1864 hubo un fuerte temblor en Tehuacán que la dejó en ruinas, conociéndose desde ese tiempo como Las Ruinas del Calvario.

 

En el año 2012 se inició un ambicioso proyecto de rescate ofreciendo gradas para 800 personas, estacionamiento, camerinos, vestidores, sala de espera, teatro, quiosco, andadores, plazuelas, sala para exposiciones, es decir un verdadero foro para la cultura y las artes que por desgracia permanece cerrado al público.

 

Sin duda El Calvario es un edificio histórico de gran importancia para Tehuacán, una muestra perfecta de la frase “querer es poder”, ya imaginará usted las que pasó Joaquín Del Moral cuando sus “amigos” se le echaron para atrás con los apoyos, sin embargo mire, su obra y su nombre se recuerda hasta nuestros días.

 

 

 

 

 

 

 

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